Una selección de obras musicales (parte VI): Romanticismo

Esta semana te dejamos la parte VI dedicada a compositores también del Romanticismo, como continuación de la parte V. Los compositores han sido ordenados cronológicamente por fecha de nacimiento. Presentamos en esta ocasión algunas de las obras más significativas de Berlioz, Chopin y Liszt. Esperemos que disfrutéis de estas maravillosas obras maestras del Romanticismo.

ROMANTICISMO (1780-1910)

22. Hector Berlioz (1803-1869). Compositor francés del Romanticismo, quien en su infancia aprendió flauta, guitarra y composición de forma autodidacta. En 1821, siguiendo los deseos de su padre médico, Berlioz marchó a París a cursar estos mismos estudios. Dos años después abandonó la medicina para seguir su pasión: la música. Con 29 años Berlioz ingresó en el conservatorio de París y al año siguiente conoció a la actriz irlandesa Harriet Smithson en su papel de Ofelia (Hamlet de Shakespeare), con quién se casó y quién le sirvió de inspiración para componer la famosa “Sinfonía Fantástica” abriendo así nuevos caminos a la expresión orquestal del Romanticismo. En la década de 1840, Berlioz realiza giras por todo Europa como director de orquesta, pero no fue hasta 1850 cuando Berlioz encuentra una estabilidad económica gracias a las ayudas que le proporcionó el instituto francés por el éxito que cosechó su oratorio “L’enfance du Christ”.

Audiciones: 22.1. Grande messe des morts (Réquiem) compuesto en 1837 por encargo del que fuera ministro de interior francés (Adrien de Gasparin), para recordar a los soldados que murieron en la revolución de julio de 1830. El réquiem es, junto a la “Sinfonía Fantástica”, una de las obras más conocidas de Berlioz. Esta obra posee una gran orquesta, instrumentos de viento madera y metal, así como cuatro conjuntos de metales fuera del escenario, dieciséis timbales (10 timbaleros), diez pares de platos, doce trompas y cuatro tubas. En referencia al número de instrumentos de cuerda y cantantes, la partitura indica que el número es relativo. Si el espacio lo permite, el coro pude ser duplicado o triplicado, y la orquesta se incrementará proporcionalmente. La estructura del réquiem es de diez movimientos siendo sus partes principales: Introit, Sequence, Offertory, Sanctus y Agnus Dei.

22.2. Sinfonía fantástica. Se trata de una obra programática, compuesta en 1830 y dedicada a Nicolás I de Rusia, inspirada en el amor que el compositor sentía hacia la actriz Harriet Smithson. La estructura de la pieza es de cinco movimientos (1) Rêveries – Passions (sueños y pasiones), (2) Un bal (un baile), (3) Scène aux Champs (escena en el campo), (4) Marche au supplice (Marcha al cadalso), (5) Songe d’une Nuit du Sabbat (sueño de una noche de aquelarre). El primer movimiento trata de un joven músico, que desesperado, toma opio y entra en un largo sueño. Tiene unas pesadillas con su amada recordando momentos buenos y malos del pasado, antes de que su amor entrara en su vida y se convirtiera en un neurótico celoso, encontrando en la religión su único consuelo. El segundo movimiento (un baile) evoca una danza donde vislumbra a su amada de nuevo. El tercer movimiento (escena en el campo) trata de dos pastores que se encuentran en el campo y entonan una melodía con sus flautas para llamar a sus vacas, hasta que aparece la amada y las vacas no responden. En el cuarto movimiento (Marcha al cadalso), el amado sueña que ha asesinado a su amada, que ha sido condenado a muerte y va camino de su ejecución en una procesión; su último pensamiento de amor se encuentra súbitamente cortado por la muerte. El quinto y último movimiento (sueño de una noche de aquelarre) se trata de un aquelarre (reunión de brujas). En el sueño aparece la amada burlándose con unos sonidos agudos, escuchándose las campanas de la muerte por encima del himno (Día de la ira del juicio final) entremezclándose con la danza.


23. Frédéric F. Chopin (1810-1849). Pianista y compositor polaco, y uno de los mayores representantes del Romanticismo. Nació en un pequeño pueblo de Zelazowa Wola (Ducado de Varsovia, en la actualidad Polonia). Su madre Tekla lo introdujo en la música, y su padre, el francés Nicolás contable de profesión, lo presentó a las familias aristócratas de Varsovia. Chopin publicó su primera composición con 7 años, y un año después, ya estaba realizando conciertos en público. Se trataba de un niño prodigio. En 1829 realizó su debut en Viena y seguidamente realizó conciertos en Polonia, Alemania, Austria y París, ciudad en la que se instalaría en 1832 y donde fallecería 17 años más tarde. En París, Chopin entabló relación con compositores como: Liszt, Bellini, o Mendelssohn. Chopin era conocido por la alta sociedad parisina de la época, como un gran profesor de piano. Sus composiciones para piano fueron muy influyentes, pero al comienzo no fueron del todo bien aceptadas por el gran público parisino, quien estaba acostumbrado a las obras de Beethoven y Schubert, aunque pronto encontró una fuente de ingresos tocando por estos salones, que le permitiría encontrar tiempo para componer. En 1838 comenzó una historia de amor tormentosa con la novelista francesa Amantine Lucile Aurore Dupin, alias George Sand, con quien pasó temporadas en Mallorca. Para saber más te dejamos dos películas sobre su vida que encontrarán en el post Compositores llevados al cine (Parte II) 

Audiciones: 23.1. 24 preludios op. 28. Se trata un conjunto de 24 preludios breves para piano solo, escritos cada uno de ellos en una tonalidad distinta, como “El Clave bien Temperado” de Bach, pero ordenados por quintas y sin una fuga que les acompañe. Los 24 preludios fueron compuestos entre 1835 y 1839 en Valldemosa (Mallorca). Han existido diversas versiones de los preludios por músicos tan diversos como Antônio Carlos Jobim o Jimmy Page, y también se ha utilizado esta música en diversas películas como Sueños de Akira Kurosawa.

23.2. Balada en sol menor op. 23.  Esta obra, compuesta en 1831 y publicada en 1836, fue inspirada en la amargura que Chopin sintió en Viena ante la ausencia de sus familiares y amigos, que en Polonia luchaban contra la opresión del imperio Ruso. Dispone de dos temas que contrastan y con una coda (cola en italiano) dotada de gran dramatismo. Esta balada aparece en una escena de la película “El pianista” de Roman Polanski.


24. Franz Liszt (1811-1886). Pianista y compositor húngaro del Romanticismo. Adam, el padre de Liszt era multi-instrumentista y fue con quien Liszt comenzó a estudiar piano. Con 6 años, Liszt ya era considerado un niño prodigio, y con 9 años realizó su primera intervención en una sala de conciertos. Antonio Salieri (véase película Amadeus) se convirtió en Viena en un defensor del joven Liszt, ofreciéndole clases de composición de forma gratuita. Liszt tenía una gran capacidad para improvisar a partir de una melodía sugerida por una persona de la audiencia. Con 12 años, Liszt viajó con su padre a París para ingresar en el conservatorio, pero le denegaron el acceso. Cuando Liszt tenía 15 años murió su padre, suceso, que entre otros, le hizo plantearse su profesión como músico y perder el interés hacia este arte. Como consecuencia se apartó de la interpretación y comenzó a leer sobre temas de arte y religión, algo que le resultaría de mucha utilidad para sus futuras composiciones. Finalmente, Liszt comenzó a dar giras de conciertos por Europa y su reputación se incrementó gracias a que realizó conciertos cuyas ganancias eran destinadas a la caridad y causas humanitarias. Por ejemplo, en 1842 hubo un gran incendio en Hamburgo que dejó a mucha gente sin hogar, y Liszt realizó conciertos para ayudar a estas personas. Liszt fue uno de los compositores que apoyaría la carrera de Wagner.

Audiciones: 24.1. Sonata en si menor. Dedicada a Robert Schumann, publicada en 1854 y compuesta un año antes. La obra rompió, en cierta manera, con la tradición de la forma sonata clásico-romántica. Por este tiempo, Liszt había dejado prácticamente de hacer giras de conciertos, dedicando su vida a la composición. Se estableció en Weimer (Alemania) dondé vivía una vida confortable y componía por placer. Al principio, la obra no tuvo una buena acogida, y no fue hasta principios del s. XX cuando esta sonata se convirtió en una pieza del repertorio pianístico común de las salas de conciertos. Liszt fue muy «económico» con su material temático; la primera página de la «Sonata en si menor» contiene los tres motivos que proporcionan el contenido. Los 30 minutos que dura la sonata con sus cuatro movimientos, no tienen espacio entre ellos. Parece que los cuatro movimientos forman una gran estructura en forma sonata, aunque las secciones de desarrollo y reexposición son un tema de debate, al igual que las teorías en torno al significado de esta obra. Hay quienes afirman que es una sonata autobiográfica, donde los contrastes musicales surgen de los conflictos dentro de la propia personalidad de Liszt. Otros afirman que se trata de lo divino y lo diabólico, y otros sugieren que la sonata no tiene alusiones programáticas, sino que se trata de una obra con forma expresiva, sin más. En lo que nadie discrepa es en la grandeza de esta obra.

24.2. Sinfonía Fausto. Obra escrita en 1854 e inspirada en el Fausto de Goethe. Se trata de una sinfonía coral (tenor solista y coro) de unos 60 minutos aproximadamente de duración, en tres movimientos. El primer movimiento presenta una forma sonata con partes aparentemente desiguales, como el desarrollo corto frente a una recapitulación muy elaborada. La apertura del tema está en do menor, pero plagado de quintas aumentadas que muestran el pesimismo de Fausto, soñador, que busca la verdad y el conocimiento. En el último tema utiliza una escala pentatónica (cinco sonidos). En el segundo movimiento “Margarita” en sol# mayor, la melodía del oboe representa la inocencia virginal de Margarita. El diálogo entre cuerda madera y violines evoca el desojar inocente de los pétalos de la flor, dentro del juego -me quiere no me quiere. Margarita está obsesionada con Fausto, y es por ello que estos temas son introducidos en este segundo movimiento hasta formar una dueto de amor con el tema de Margarita. El tercer movimiento “Mefistófeles” (demonio del folclore alemán), no es capaz de crear temas propios, por ello coge temas musicales de Fausto (primer movimiento) y los distorsiona de forma irónica y diabólica: metamorfosis temática, llevándolo al borde de la atonalidad, mediante la utilización de cromatismos. La sinfonía finaliza con el coro y la orquesta, y unos acordes introducidos por el órgano.

Si os han gustado estas audiciones no os perdáis la VII parte también dedicada al Romanticismo con compositores como Wagner o Verdi.

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