En este post os presentamos algunas de las ideas fundamentales del artículo titulado “State of the Art of Interactive Drumming” escrito por el profesor Robert J. Damm.
Percussive Arts Society (PAS), una asociación de percusionistas de Estados Unidos fundada en 1961, patrocinó una mesa redonda sobre el “estado del arte” de los círculos de tambores en uno de los mayores eventos sobre percusión del mundo: el PASIC. El autor de este artículo (Robert J. Damm) es la persona encargada de liderar el panel compuesto por (1) Jim Boneau, (2) Puck Glass, (3) Arthur Hull, y (4) K. Michelle “Yeshima” Lewis. Para ello eligieron un título algo provocativo para dilucidar algunos aspectos “negativos” sobre los círculos de tambores. La idea de base es que, los círculos de tambores, pueden ayudar a conectar socialmente a las personas a través de la interacción musical además de ayudar a su musicalización. Por otro lado destacan que el aspecto negativo de los círculos de tambores, todavía hoy día para algunas personas, está asociado con el alcohol, las drogas y el movimiento hippie.
Este post muestra las experiencias que cada uno de los miembros de la mesa expusieron. A continuación expondremos algunas reflexiones que nos han llamado especialmente la atención.
(3) Arthur Hull, quién podría considerarse uno de los padres del “círculo de tambores”, comentaba que este concepto crea numerosas oportunidades para generar conexiones y compartir el espíritu. “Lo que he encontrado, desde personas que están trabajando con círculos de tambores prenatales hasta personas que están haciendo círculos de tambores de cuidados paliativos y todo lo demás, es que la negatividad proviene de un juicio sobre la falta de conexión”. Otro de los “problemas” que tiene el círculo es el volumen, es decir, el nivel de intensidad del sonido. En ocasiones, esto puede ser en detrimento de la conexión que se pretende conseguir. Además, en ciertos colectivos puede llegar a tener el efecto contrario. Por último menciona literalmente: “la música está en los corazones de la gente compartiendo su ritmo y su espíritu, y el trabajo del facilitador es guiar a los participantes a conseguir eso”.
(4) Yeshima nos dice que debemos tener muy en cuenta el contexto del círculo de tambores, es decir, si se trata de terapia o para fines recreativos, ya que tendremos que diseñar la propuesta de un modo muy diferente. Además, los instrumentos pueden ser no sólo percutidos sino raspados, entrechocados, agitados… También es interesante cómo tratar el protagonismo de los “solos” que va acorde al temperamento de cada persona.
(2) Puck Glass nos dice que le ayuda mucho la pregunta ¿Por qué estamos aquí?: “Estamos aquí para hacer música juntos y para comunicarnos entre nosotros de diversas maneras”. También conviene tener en cuenta la duración del círculo, pues no es lo mismo una sesión que varias. Darle valor a cada miembro del grupo independientemente de su nivel o destreza musical. Se trata de juntar a personas que tienen más o menos conocimiento de la materia y tratar de comunicar y de crear una experiencia positiva en comunidad, que cada vez es nueva y diferente.
(1) Jim Boneau nos dice que la gente se inscribe en un círculo de tambores para jugar/tocar, por lo que es importante generar un ambiente de inclusión. Crear conciencia de grupo (nosotros). Para ello podremos utilizar estrategias como sonreír, saludar a todos los participantes, aprendernos sus nombres.
Greg Whitt nos dice que, de la misma manera que los carpinteros no hablan sobre martillos y otras herramientas cuando explican lo que hacen, los facilitadores de círculo de tambores debemos centrarnos en resultados tales como construir conexiones o fomentar el bienestar cuando describimos nuestro trabajo.
A fin de cuentas, como nos dice Arthur Hull se trata de preservar y mejorar un movimiento como es el círculo de tambores que comenzó hace unos 30 años y que ha venido a denominarse de diversas formas con el paso del tiempo como: FIRE — Facilitated Interactive Rhythm Experiences.
A continuación os dejamos un vídeo de Arthur Hull sobre el protocolo de facilitación de círculos de percusión de Village Music Circles en 4 pasos, que incluye imágenes de círculos de percusión en el Seattle World Rhythm Festival, la convención NAMM (National Association of Music Merchants) y Arthur’s Playshop en Barcelona, España.
+ información en: Damm, Robert J. (2023). State of the Art of Interactive Drumming. College of Education Publications and Scholarship, 39, 30-34.
Recuperado de: https://scholarsjunction.msstate.edu/coe-publications/39
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